Mi opinión, muy personal, es que la AI llegará a la singularidad tarde o temprano (y creo que va a ser más temprano que tarde :), logrando una capacidad de razonamiento y creación mucho mayor (veloz, amplia..?), aunque nunca logrará tener “consciencia” (y no le hará falta), pero ahí es donde entra la “conciencia” de su creador humano para mantener bajo control que la AIG no se salga de las manos.
Uauu! Genial como siempre Javier!
Solo queda esperar estos avances y que sean verdaderamente seguros para la humanidad.
Enhorabuena por este super-artículo.
¡Muchas gracias por tu comentario Xim! Me alegra que te haya gustado la publicación.
Lo cierto es que yo soy bastante optimista respecto al futuro, pero reconozco que todos estos avances entrañan riesgos que no se deben pasar por alto.
Sea como fuere, me temo que la suerte ya está echada, Alea Iacta Est.
¡Excelente monográfico Javier!
Mi opinión, muy personal, es que la AI llegará a la singularidad tarde o temprano (y creo que va a ser más temprano que tarde :), logrando una capacidad de razonamiento y creación mucho mayor (veloz, amplia..?), aunque nunca logrará tener “consciencia” (y no le hará falta), pero ahí es donde entra la “conciencia” de su creador humano para mantener bajo control que la AIG no se salga de las manos.
¡Muchas gracias Ernesto! Sí, parece que efectivamente ya hemos cruzado el Rubicón y que, tarde o temprano, llegaremos a la IAG.
Me gusta tu reflexión sobre las conciencia y la idea de que, seguramente, sea algo que no le hará falta a la IA.
Un abrazo,
Javier